jueves, 28 de julio de 2011

Es tan misterioso el país de las lágrimas...



Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado, inquieto...
¡descubriré el precio de la felicidad!
Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón...


miércoles, 20 de julio de 2011

Hoy no me siento bien...

Hoy no estoy bien y no entiendo cómo puede  ser así, he pasado el un fin de semana increíble pero a día de hoy no me encuentro bien psicológicamente ni físicamente… me encuentro en un estado de “depresión” sin ganas de sonreír, sin ganas de hacer mis típicas locuras, sin ganas de disfrutar por cada momento de la vida y para acompañar a esto me da un mareo sin importancia al día y no me encuentro bien conmigo misma.
Y vale, sé que yo soy de esas personas que un día pueden llorar como nunca nadie lo hizo y al día siguiente tenga la mayor sonrisa que nadie sacó. De esas que las gusta estar en la cama escuchando música a todo volumen o dejan todo para el ultimo momento… pero esta vez me da una sensación de que no soy la misma de siempre, me han cambiado, estoy con un estado de ánimo demasiado bajo para ser yo, pero aún así voy a decir cosas de mí…
Soy de esas personas cabezotas que las gusta demasiado decir que no y que cuando dicen que sí dejan a los demás sorprendido.
Prefiero que hablen de mí, así me conocen, no me gusta aparentar nada, es más, a veces me gustaría incluso no existir.
Yo soy de esas personas que se la olvida lavarse los dientes antes de irse a dormir o coger una botella de agua cuando hace calor y luego se tienen que levantar a hacerlo. De las que se la olvida poner a grabar esa película que tanto deseaba ver y al final no la puede ver; pero también sé que de esos pequeños detalles son de los que luego se aprende.
Soy de esas personas que nunca la gusta mostrar cuando está triste, pero quien verdaderamente me conoce sabe cómo estoy y cómo deben reaccionar… 

lunes, 4 de julio de 2011

Nueve de Abril

Distancia, palabra definida como espacio que existe entre dos puntos. Pero a nadie le gusta hablar de esa palabra, muchos la asocian con el olvido, otros dicen que hace la fuerza y la unión, a otros ni siquiera les afecta, pero en verdad nadie sabe lo que se siente hasta que no le ocurre. Hasta que no pierdes a alguien por culpa de los kilómetros, que al fin y al cabo son solo kilómetros, pero a nadie le gusta estar lejos de quien quiere y menos con miedo a perderlo.
Esa sensación de impotencia y tristeza. Distancia. Sientes que tu lugas no es en el que estás, que necesitas verle, abrazarle. Te gustaría salir de tu casa y marcar su móvil y decirle “nos vemos a las 5 en tu portal” ¿pero por qué no hacerlo? Siempre lo mismo… distancia.
Yo quiero verle cara a cara, no me basta con escuchar su voz por teléfono, cuánto daría por tenerte a mi lado una tarde.
Nunca entenderé de qué sirve la distancia, aunque siempre me quedará la esperanza de que algún día aún sin saber cuándo, ni dónde, le tendré muy cerca, a mi lado y le podré besar, y en ese mismo instante nos reiremos y sabéis ¿de qué? de la distancia.
¿Sabéis por qué os he contado esto? Porque no entiendo cómo la gente cuando preguntan que es la distancia pueden contestar: “espacio que existe entre dos puntos”, ya que si supieran que se siente o lo que realmente es nunca contestarían eso.