Esperas que diga siempre lo correcto, y siempre saber exactamente cómo te sientes, o exactamente cómo reaccionar ante el,
Esperas que te calme cuando estas gritando o te persiga cuando te escapas.
Esperas tanto que te sientes enteramente y totalmente derrotado cuando algo no coincide exactamente con todos tus planes. Pero esa es la cosa, el amor no es un plan.
No tiene un comienzo determinado y, ciertamente no tiene final o una visible línea final o visibles para aquellos que creen profundamente en él.