Soy de las personas más orgullosas que puedes llegar a conocer, puedo negar lo evidente, lo que tengo delante de mí , más de cien veces. Soy de las que ven una película de amor y lloran desconsoladamente hasta que pasan los agradecimientos. De esas que cuando están tristes escuchan canciones que te hacen sentir mucho peor y que se tira todo ese día comiendo palomitas; de esas que al acostarse repasan cada cosa que pasa en su vida mil y una vez y cuando despiertan no se acuerdan de la mitad. De esas que prometen que no tropezarán más con la misma piedra y aun así lo hacen, las que se proponen metas imposibles y no para hasta que alguien la devuelve a la tierra, de las que la mayoría de los días no puede vivir sin escuchar al menos 5 minutos de su música que cambia según el estado de ánimo. Soy de esas que cuando la hacen daño, se queda lamentándose o llorando pero que al cabo de un tiempo devuelve lo que le han hecho. Que puede defender de gigantes, tiburones o “zorras” a todas las personas que de verdad la importan aunque los demás sean mucho más grandes, de las que depende del día la lluvia la amarga o la hace salir corriendo de casa a mojarse y bailar. De esas que se pasan el día al teléfono aunque en realidad no digan nada, pero lo más importante soy una de las personas que han aprendido a quererte de verdad.
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