Añoraba que llegaras para poder pasar muchas tardes en casa comiendo palomitas y chocolate viendo una película triste y de amor y oyendo diluviar en la calle. Dar un paseo por la calle enrollada en una bufanda con las hojas caídas a tus pies y llegar a tu casa echarte a dormir con un pijama largo ese que tanto echaba de menos.
Poder sacar todas las sudaderas que en primavera escondí para dejar espacio a las camisetas de tirantes.
Comer castañas en el centro e ir a un Starbucks y pedirte un café caliente en lugar de tu típico "Frapuccino de Crema y Caramelo".
¡Por fin estas de vuelta mi querido Otoño!
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